Hoy he recibido la triste noticia al enterarme de una baja que ha sufrido un compañero de clase. Algunos no lo habrán notado, pero otros con el mínimo interés se habrán enterado de esto. Todo el mundo se trae el teléfono a clase, y el que no lo trae suele ser una excepción, ya que si no se trae el móvil se trae otro dispositivo electrónico.
En esta entrada querría dar mi más profundo pésame a Álvaro M, el cual a recibido un duro golpe. Muchos sabreis que este tenía el deseo de casi cualquier persona en el mundo, tener un iPhone. Un buen día se le rayó y debido a que no quería tener la pantalla rayada y que no soportaba más tener un iPhone, algo que no comprendo, se cambió de teléfono y ahora tiene una Blackberry. Espero que Álvaro M haya encontrado un teléfono que le llene el inmenso hueco que le ha dejado el iPhone.
Esto me ha hecho reflexionar, si de verdad hace falta tener el mejor smartphone del mercado para alcanzar la felicidad, y he llegado a la conclusión de que no te da la felicidad, y además es una de las fuentes de mayor pérdida de tiempo en la actualidad.
"Stevy, enhorabuena por crear la mejor forma de perder tiempo, te estoy totalmente agradecido"
Javier O.
Álvaro ha abandonado el barco... RIP
ResponderEliminarDe todas maneras Javier, me parece que se ha generalizado la idea de que los smartphones, especialmente el iPhone (es lo que tiene ser el más famoso, que se lleva todas las críticas), son una pérdida de tiempo. Esto es algo que podría compartir si nos centrásemos en la Blackberry, porque realmente el uso que se le da es el chat, que si suele ser una pérdida de tiempo.
Sin embargo, y pongo mi caso, yo tengo un iPhone, y no siento en absoluto que sea una pérdida de tiempo.
Gracias a él puedo enterarme casi al instante de las noticias, puedo resolver muchos asuntos en el momento que de otro modo me requerirían esperar a llegar a casa a ponerme en el ordenador, como por ejemplo las ideas para el blog de filosofía. Puedo llevar una lista de tareas para saber exactamente lo que tengo que hacer, y también puedo hacer cosas menos importantes pero que me ahorran mucho tiempo, desde ver el horario del cine hasta el tiempo que va a hacer, pasando por la fecha de los cumpleaños de amigos.
Ultimamente parece que la palabra smartphone se asocia a tontería o pérdida de tiempo, pero a mi me parecen una herramienta que han cambiado para siempre nuestro concepto de productividad.