El mejor amigo del hombre:
Con "el mejor amigo del hombre" me refiero al perro, no tiene ni trampa ni cartón. Obviamente, esta expresión hay que entenderla y no tomarla al pie de la letra. Sobre el papel, una persona que congenia con nosotros es más amigo que un perro, sin embargo, el otro día me contaron una historia que me hizo reflexionar:
Una pareja de casados había estado varios años intentando tener un hijo. Al final, para no sentirse solos compraron un pastor alemán precioso. El perro acompañó durante años a la pareja y se fue convirtiendo en un gran perro. En más de una ocasión, el perro salvó a la pareja de ladrones y atracadores, siendo siempre un amigo fiel. Después de siete años la pareja logró tener el ansiado hijo, por lo que estaban muy contentos. Al tiempo, el perro se sentía celoso y era menos cariñoso con ellos. Una tarde, dejaron al bebé acostado en la cuna mientras charlaban en la terraza cuando escucharon un ladrido del perro. Al llegar al pasillo ven al perro con la boca ensangrentada, por lo que el padre desenfunda un arma y mata al perro, esperándose lo peor. Justo después, al entrar en la habitación contempló el cadáver de una serpiente al lado de la cuna. Inmediatamente el padre se puso a llorar, sintiendo que había traicionado a un amigo.
Esta historia me hizo reflexionar sobre cuántas veces juzgamos injustamente a otras personas, o lo que es peor, las condenamos sin examinar ni averiguar el por qué de su comportamiento. ¿Qué es lo que piensa y siente la persona que juzgo? Como suelen decir, las apariencias engañan y no nos debemos dejar llevar por lo primero que veamos. En muchas ocasiones no nos hacemos eco de lo que otras personas pueden estar padeciendo y lejos de ayudarlas las juzgamos y condenamos pensando que nos pretenden ofender directamente.
Jesús G.
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