Seguro que a más de uno os ha asaltado la duda de quién o cómo pelan las pipas que ya están peladas.
Algunas “Leyendas Urbanas” hablan de un grupo de entrañables y desdentadas ancianitas que sentadas en corro van churrupeteando las pipas hasta que la cáscaras de estas se ponen blandas y de una manera algo fuera de lo normal lo escupen hacia el centro del corro, yendo a parar a un cubo las pipas y a otro las cáscaras. Pero no, esta forma tan peculiar de pelar las pipas “industrialmente” no es cierta.
La explicación del proceso es otra, incluso mucho más sencilla de lo que muchos quizás pensáis:
1. Se tuestan las pipas.
2. Se introducen en una máquina centrifugadora parecida a una lavadora.
La explicación del proceso es otra, incluso mucho más sencilla de lo que muchos quizás pensáis:
1. Se tuestan las pipas.
2. Se introducen en una máquina centrifugadora parecida a una lavadora.
3. Se aumenta la presión del aire dentro de esta lavadora a la vez que ésta gira como si estuviera centrifugando.
4. La alta presión del aire consigue destruir la cáscara, ayudada por el movimiento y los golpes que reciben las semillas.
5. Una vez partidas todas las cáscaras, se pasan junto con las semillas por una serie de tamices hasta conseguir separarlas perfectamente.
6. Por último se envasan en bolsas o latitas.
Así que ya podéis comer pipas peladas en paz, sin tener que pensar quién las habrá chupado antes que tú.
4. La alta presión del aire consigue destruir la cáscara, ayudada por el movimiento y los golpes que reciben las semillas.
5. Una vez partidas todas las cáscaras, se pasan junto con las semillas por una serie de tamices hasta conseguir separarlas perfectamente.
6. Por último se envasan en bolsas o latitas.
Así que ya podéis comer pipas peladas en paz, sin tener que pensar quién las habrá chupado antes que tú.
Pablo B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario