"Eso es ruido. Solo son tíos gritando." ¿Cuántas veces oigo eso día tras día? Antes me cabreaba, ahora hago oídos sordos.
Es gracioso escuchar a gente hablar de música, gente que no ha superado aún la fase "Guetta", y sobre todo, oírles hablar de la música que tú escuchas, admiras, estudias e incluso tocas.
El motivo por el cual esos comentarios han dejado de ofenderme es que suelen venir de personas que no tienen ni puñetera idea de lo que es música de verdad. Para ellos música es Pitbull, Lady Gaga, El Canto del Loco.
Pues bien, eso es basura. Auténticas ofensas al arte, obras que no merecen llamarse música. La idea es clara, conseguir melodías fáciles de escuchar y si puede ser que dispongan al oyente para el sexo, que incite. Y de esta manera, conseguir dinero, que es el único fin que persigue esta gente.
La realidad de este tipo de música es esta, como prueba, paraos a escuchar alguna de las letras.
Otro comentario típico es "esta canción es buenísima!!!". Ante estas afirmaciones tengo que reconocer que sí que me hierve la sangre. ¿Buenísima?!!! No se debe confundir el que te guste una canción con el que sea buena. El trabajo que hay detrás de cualquier canción de este estilo es nulo. Simplemente es una melodía vocal fácil de crear con un acompañamiento nada trabajado, realizado, además, por máquinas. Ponen a una chica guapa con poca ropa a cantarla, graban un videoclip sensual y ya tienen el éxito asegurado. Y es en en esto en lo que se ha convertido la industria musical en el siglo XXI.
¿Dónde habrán quedado las interminables giras, los multitudinarios conciertos, los héroes de la guitarra?
La verdad es que mi caso es curioso, pues soy un nostálgico, pero un nostálgico de algo que nunca he vivido. ¡Cómo me gustaría volver, aunque fuera sólo por un día, a los setenta! Esa época en la que en la radio sonaban grupos como Led Zeppelin, Cream o Deep Purple, en vez de Lady Gaga. Esa época en la que los grupos componían, trabajaban y amaban sus canciones. Veían en su obra la culminación de tanto esfuerzo con su instrumento, de tantos años intentando imitar a sus ídolos fallidamente, de tanto estudio. Les era verdaderamente gratificante, pues representaba todos esos años de trabajo. Y apuesto a que ninguno de estos héroes (sí, lo siento, para mí merecen como mínimo este apelativo) comenzó a tocar su guitarra, gastándose todos sus ahorros en ella, pensando en que algún día serían estrellas. Lo hacían por amor al arte, por su pasión por la música. Y la verdad es que, todo este esfuerzo de tantos y tantos años se ve reflejado en cualquier canción. Porque ves el trabajo, ves la complejidad, ves la técnica en la instrumentación, la compenetración del grupo, la pasión con la que tocan cada nota. ¡Notas que realmente disfrutan con lo que hacen! Y esto te llega.
Es una pena la transformación que está sufriendo la música . Está deshumanizada, exenta de todo tipo de sentimiento más que de aquel de generar dinero. Pero lo peor es que desprestigiamos lo bueno. Dicen que el mediocre es quien está delante de lo sublime y no es consciente. Yo no quiero decir nada. Pero simplemente espero que abramos nuestra mente, que salgamos de la era "Guetta", aunque hoy por hoy lo veo complicado. Y si me preguntan que si el rock está muerto, creo que no tendré más remedio que asentir con resignación, aunque tantos y tantos nostálgicos intenten resucitarlo.
El único consuelo que nos queda es que el recuerdo no nos lo puede borrar nadie.
Juan G.
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