Los metepatas:
Todos y cada uno de nosotros tenemos algún amigo que por alguna tendencia natural, está inclinado a "meter la pata". Estas personas son por ejemplo aquellas que comentan algo justo cuando la persona menos indicada paso por su lado. Sin embargo, esto no es casualidad, como suelen decir: "la casualidad es el dios de los tontos". No, estas personas han nacido para, entre otras cosas, meter la pata una vez y dos y tres y así hasta infinito. ¿Qué sería del mundo sin estas personas?
Un ejemplo de personas que meten la pata fue un amigo mío (cuyo nombre no voy a mencionar) que en una reunión con el obispo este verano nada más empezar el turno de preguntas le dijo: "Señor obispo, su padre, ¿fue obispo también no?". A continuación, el "metepatas" recibe un codazo que le avisa de que acaba de volver a dar sentido a su existencia. Posteriormente, para remediarlo, dice:"¡Ah...! no,no, que los obispos no tienen padre".
Otro ejemplo de "metepatas" desde jovencito ocurrió en una comida familiar con invitado un día de invierno. El invitado después de la comida dijo: "Deliciosa comida señora, no había comido así en mi vida", a lo que el hijo pequeño comentó: ¡igual que nosotros!
Estos son ejemplos de personas que han metido la pata en algún momento de su vida. No obstante, respecto a la pregunta planteada al principio (¿que sería del mundo sin estas personas?) la respuesta es NADA. Efectivamente, nada. Esto es por el simple hecho de que todos y cada uno de nosotros somos unos auténticos "metepatas", nos equivocamos todos los días y varias veces y es gracias a ello por lo que este planeta sale a delante. Después de equivocarnos aprendemos de los errores y así vamos mejorando.
En el primer ejemplo, el chaval seguramente se lo pensará antes de preguntar nada a un obispo y en el segundo ejemplo, el niño, cuando el invitado se vaya recibirá un bofetón que le enseñará a estar callado la próxima comida.
Jesús G.
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