Es un libro de Fantasía, bueno, en mi modesta opinión, pero con una curiosidad. Normalmente, estamos acostumbrados a libros en donde el bueno es el protagonista, los malos son los antagonistas y los buenos matan a los malos tras sufrir una serie de penurias.
En este caso, el autor nos propone un cambio, nos encontramos con que el protagonista es el malo y vivimos toda la historia desde su perspectiva, un cambio curioso y que a la hora de leer el libro se agradece.
Dejando el resumen, el libro me hizo pensar sobre el cambio de perspectiva en muchos otros temas. En los libros siempre apoyas a los buenos, pero en este libro te planteas la posibilidad de que algunos de los protagonistas de los libros sean en el fondo unos engreídos.
Lo que me pregunté es si no nos pasará esto en la vida real, sobre todo al discutir sobre algún tema. Ya en clase lo hemos visto, la gente llega, suelta sus ideas y lo que dice el resto no es importante, solo lo suyo es válido.
Quizá debamos aprender a entender lo que los demás dicen para encontrar la parte de verdad que tiene; quizá de esa forma sí que se pueda acabar un debate de una forma constructiva.
Jaime C.
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