Hoy al bajar las escaleras del metro, vi a lo lejos a un tipo muy gordo. Este, sin darle importancia a su voluminoso físico, empezó a subir las numerosas escaleras a pie, cuando había tenido la oportunidad de haber subido por la escalera mecánica sin ningún esfuerzo. Cuando terminó de subirlas, poniendo cara de victoria, fue directo a por la siguiente escalera.
Cuando vi esto me impactó fuertemente.Vi superación personal. Pensé que todos nosotros eramos el gordo, ansiosos de quitarnos la grasa. Yo diría que los escalones son los sacrificio que hay que hacer para librarse de la chicha. La escalera mecánica, la pereza, son los impedimentos para poder adelgazar.
La vida esta llena de escaleras mecánicas que nos tientan a coger el camino más fácil, y a evitar todo lo que suponga trabajo y esfuerza. Probablemente España iría mucho mejor si hubiese más "gordos" realizando sacrificios en busca de un bien mayor.
Juan C.
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