He llegado a la conclusión de que nunca actuamos de acuerdo a la frase “no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos”. Cuando uno es feliz, pocas veces lo valora, sin embargo, cuando esta felicidad se pierde, se añora y se valora más que cuando se tenía.
Esto lo intenté aplicar a todo lo que tengo en mi vida, y realmente es verdad, no aprendemos a valorar las cosas hasta que las perdemos. La familia, los amigos, las personas que nos ayudan, las cosas materiales… Todo lo vemos como algo normal, hasta que lo perdemos.
¿Será por esto que Manrique no escribió las coplas a su padre hasta que lo perdió?
“Sin haber conocido la miseria es imposible valorar el lujo”. Charles Chaplin.
Nacho I.
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