miércoles, 9 de mayo de 2012

EN BUSCA DE LA FELICIDAD

EN BUSCA DE LA FELICIDAD:

Ahí va un cuento que me ha hecho pensar...

Un banquero americano estaba en el muelle de un pueblito caribeño, cuando llegó un bote con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño. El americano elogió  al pescador por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había llevado pescarlos....

El pescador respondió que sólo un rato.

El americano le preguntó que por qué no permanecía más tiempo y sacaba más pescado....

El pescador  dijo  que  él  tenía  lo  suficiente  para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.

El americano le  preguntó qué hacía con el resto de su tiempo....

El pescador dijo:  -"Duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, duermo la siesta con mi señora, voy todas las noches al pueblo donde bebo vino y toco la guitarra con  mis amigos. Tengo una vida agradable y ocupada."

El  americano  replicó: "soy de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y, con los ingresos, comprar un bote más grande y, con los ingresos del bote más grande, podrías comprar varios botes; eventualmente  tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador y, eventualmente, abrir tu  propia  procesadora. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este pueblo e irte a la Capital, donde manejarías tu empresa en expansión".

El pescador le preguntó: - "¿Pero cuánto tiempo tardaría todo eso...?"

A lo cual respondió el americano: "Entre 15 y 20 años".

-  "¿Y luego qué?", preguntó el pescador.

El americano se rió y dijo que esa era la mejor parte. "Cuando llegue la hora  deberías  vender  las  acciones de tu empresa al público. ¡Te volverás rico... tendrás millones!".

- "¿Millones ... y luego qué?"

- "Luego te puedes retirar... Te mudas a un pueblito en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, dormir la siesta con tu mujer, ir todas las noches al pueblo donde beber vino y tocar la guitarra con tus amigos".

Este cuento me ha dado mucho que pensar... Realmente vivimos en una sociedad que te "vende" un concepto de felicidad que obligatoriamente va unido a la acumulación de bienes y de capital, así como al de éxito profesional y al poder. Desde pequeños, a los que no vivimos en entornos rurales, se nos prepara, hasta en nuestras propias familias, para tener ese "éxito" tan deseado por todos. Competitividad en el colegio, en la Universidad, luego en el trabajo...
         
Una vez que tenemos satisfechas nuestras necesidades inmediatas, no nos resulta suficiente y pasamos nuestra vida buscando y creándonos nuevas necesidades, para acabar nuestros días con el deseo de poder descansar y disfrutar de las "pequeñas cosas".

Y entonces me pregunto como el pescador del cuento, "¿y luego qué?.¿es esto realmente lo que quiero..? Ni siquiera te planteas otra cosa, te dejas llevar por lo que todo el mundo considera que es felicidad, éxito..., pero....., ¿es esta MI felicidad?

Me ha servido esta historia para hacer un parón y replantarme muchas cosas...¿y a vosotros?.

Gonzalo G.

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