jueves, 3 de mayo de 2012

Wittgenstein a la carga

Wittgenstein a la carga:

Si hay algo que puedo afirmar que seguirá cambiando por los siglos de los siglos es el lenguaje. Las leyes de gravitación universal, las fuerzas atómicas, la masa, la energía... todo permanecerá igual, pero el lenguaje... el lenguaje siempre cambiará.


El lenguaje es la necesidad del propio ser humano de expresar sus ideas, sentimientos, necesidades, gustos. Es, como las personas mismas, cambiante. Por si fuera poco, existen varias lenguas distintas en el mundo, lenguas olvidadas, lenguas que surgen, lenguas que evolucionan. Entre ellas se prestan palabras, las copian, algunas quedan obsoletas, otras aparecen. Lenguas muertas, lenguas vivas, lenguas oficiales, lenguas latinas, sajonas, indochinas...

Tanta variedad es sin duda fascinante, el lenguaje evoluciona con el hombre, pero... no todo es bueno, a menudo nos confundimos con tanto enredo de palabras, lenguas y vocabulario, hay palabras parecidas a otras, o distintas con igual significado, homónimos, antónimos, homófonos, homógrafos, hiperónimos, hipónimos... Por eso creo que Wittgenstein no estaba loco al afirmar que el problema es el lenguaje, a menudo resulta ser un problema en lugar de una solución: ¿a quién no se le ha atascado una palabra? ¿a quién no le ha pasado querer decir algo que tiene una propia palabra para su referente, y tener que dar un rodeo innecesario con otras palabras hasta llegar a lo que quería expresar?. Las palabras se pueden malinterpretar, confundir o alterar su significado, tal y como las personas, a menudo nos formamos una imagen de ellas equivocada, o conseguimos que cambien su manera de actuar. Emocionante mundo el de las palabras, o lo que es lo mismo, el de los hombres. Wittgenstein tenía cabeza.

José María A.

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