domingo, 29 de abril de 2012

¿Defecto o virtud? - Se busca respuesta

¿Defecto o virtud? - Se busca respuesta:

Tengo una pregunta que me corroe por dentro desde hace largo tiempo: "¿dónde está el punto que separa la virtud del defecto en el caso de la ambición?". 


Me explico. Está claro que la ambición en exceso es un defecto, puede acarrear malas consecuencias, incluso puede destrozar la personalidad del individuo hasta el punto de convertirlo en alguien tan competitivo, tan ansioso e insaciable, que sea insoportable.

No obstante, todo hombre necesita de ambición para llegar lejos en la vida, si no nos marcamos metas altas, nunca llegaremos a sobresalir por encima del resto, viviremos en la sombra, sin hacer ruido: pasaremos desapercibidos y no dejaremos huella.

Siempre hay algo más por conseguir, una cima más alta que alcanzar, un reto por asumir. Ahora bien, ¿hasta qué punto?, ¿dónde está esa línea que separa la virtud del defecto? ¿acaso no es una línea, sino una degradación de la virtud en defecto? En ese caso ¿cómo situarnos en qué punto estamos?- nadie ha dibujado jamás los grados de esa gradación en una tabla. Algunos dirán que cuando tus amigos o familiares se den cuenta te lo dirán, pero ¿y si callan por no ofender? ¿y si se quejan pronto de tu ambición porque no tienen metas tan altas y no comprenden tu ímpetu por llegar más lejos?

A la espera de una respuesta me hago esta pregunta frecuentemente, sin resultado alguno pues no hallo solución al problema, ni avanzo en mis razonamientos. Por ello me muestro abierto a opiniones y os animo a comentar esta entrada.

José María A.

1 comentario:

  1. En primer lugar me gustaría definir el concepto de ambición: Deseo ardiente de conseguir poder, riquezas, dignidades o fama.

    "No podemos quedarnos en la simple mediocridad, tenemos que apuntar alto", dijo un sacerdote en una plática. Es bueno tener ambición. Pero demasiada ambición puede ser motivo de idolatría al dinero, fama y a uno mismo.

    La línea que separa la virtud del defecto, creo que es totalmente subjetivo y relativo a cada persona. Por ejemplo Yo jamás le diría a Rafael Nadal que dejase de ser ambicioso. ¿Porque? Porque él necesita esa ambición para seguir viviendo. ¿Le hubieras dicho que jugar con la mano mala (la izquierda) era de tontos? Hay gente que tiene el listón muy alto gracias a su talento o a su capacidad y otras que no pueden llegar tan alto.

    Solamente creo estar seguro de una cosa, sé que si ya has cumplido tu ambición pero deseas más, cruzarás la frontera cuando en el fondo de tu ser notes un vacío, será entonces cuando consigas algo te sabrá ya a poco. Esto me trae en mente una escena de Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra cuando Barbosa debido a la maldición del tesoro robado, debido a la codicia, no es capaz de sentir, de saborear la comida y desea devolver el tesoro y perder la maldición.

    Pero una cosa está bien clara: Lo único que importa de una persona será lo que recuerdes de ella cuando le llegue la hora.

    Carlos T.

    ResponderEliminar