viernes, 27 de abril de 2012

La verdadera publicidad

La verdadera publicidad:

El jueves pasado, estando aburridos como siempre en la ruta, unos amigos y yo nos pusimos a buscar juegos para descargarnos en el iPhone de uno de ellos. Encontramos, de pura casualidad, uno que no parecía muy interesante. Pero, como el que tenía el iPhone lo quería descargar, lo descargamos.

Resultó ser bastante bueno y seguimos jugando todos los días. Nos ha enganchado verdaderamente. Y en el fondo su argumento es una chorrada, una gran chorrada: el juego te va proponiendo a medida que avanzas unos logos de marcas conocidas, y hay que ir adivinando a qué compañía pertenece cada logo. Es una tontería, una idea muy básica que, aunque no lo parezca, tiene mucho más interés del que puede aparentar.

Muchas de las marcas contenidas en el juego, si no lo son todas, son muy conocidas. Sin embargo hay logos que no los relacionamos con sus marcas ni a tiros. Por ejemplo, ¿a alguien se le ocurre cómo es el logo de Rolex? ¿O a qué compañía pertenece este? 




Sin embargo, si sabes, más o menos, cómo es la bandera de Sudáfrica, puedes adivinar este:
Los publicistas podrían utilizar algo parecido a esta sencilla aplicación para comprobar cómo de útiles les están siendo sus logos. Éstos pueden ser muy bonitos, muy coloridos, "reflejar la filosofía de al empresa"... pero si no consigues que tus clientes te relacionen mediante tu logo, no estás haciendo bien tu trabajo.

Es muy rentable crear un buen logo que se queda en la cabeza de la gente a la primera. ¿Necesita Windows poner anuncios en la tele cada dos por tres? Y sin embargo, cuando ves una ventanita "ondeando" no se te pasa por la cabeza que eso sea de Apple.

Carlos I.

1 comentario:

  1. La verdad, debo discrepar con lo que dice Carlos, pues pienso que lo más importante de una marca no tiene por qué ser el logo.
    Hay marcas en las que sí, por ejemplo nike (con la "v" de victoria) o el periódico Marca (con la "M" como logo).
    Sin embargo, la razón de una marca no es únicamente su logo. De hecho, dos ejemplos que pones tú sirven como contraejemplo.
    Si tuvieras mucho dinero y te lo quisieras gastar en una marca de relojes cara, ¿en cuál piensas primero? Todos, si no la mayoría, pensamos directamente en Rolex (esto es signo de la buena publicidad que hacen para promocionar que sus relojes son los más lujosos).
    Y por otro lado, si en una papelería tienen 2 tipos de lápices: sin marca y Stabilo. ¿Por cuáles te decantarías? De hecho, los lápices amarillos y negros con final rojo son de Stabilo, y esos colores se han convertido en los colores por excelencia para los lápices.
    Con esto quiero concluir que el logo de una marca puede importar, pero lo que más importa es el nombre y el prestigio de ésta.
    Nacho I.

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