domingo, 15 de abril de 2012

Salvajes vs. Mimados

Salvajes vs. Mimados:

Con ocasión del reciente accidente del hijo primogénito de la Infanta Elena, han salido a la luz varias cuestiones: "¿Qué hacía un niño de 13 años manejando un arma restringida a mayores de 14? ¿Esta ley es exagerada o realmente permitir el manejo del arma a un niño de 13 primaveras es una imprudencia? ¿Tienen todos los niños la misma madurez a los 14 años?"....

En el fondo, todas las anteriores preguntas quedan resumidas en una : "¿sobreprotegemos a nuestros hijos, o mas bien los asilvestramos?"- sin duda éste es un debate que puede dar mucho que hablar, pues encontramos posturas férreamente defendibles desde los dos puntos de vista contrarios, basadas en la razón y bien argumentadas.

En mi opinión, considero que una de las causas de nuestra sociedad destrozada es precisamente la sobreprotección mayoritaria de los hijos (por supuesto que hay excepciones, que algún lector ya se habrá alterado...).

Para argumentar mi posición, me he tomado la libertad de establecer una analogía utilizando el conocido caso del que todos hemos participado en alguna ocasión: La moto, ¿muerte segura o utilidad garantizada?. Creo que es innegable que la moto supone un riesgo añadido, mayor que el del coche. Sin duda esto es cierto, ahora bien, creo que es de justicia mirar el otro lado de la moneda, y es ésto lo que no sale a relucir en este tipo de debates: la moto da más de lo que quita. El conductor de moto imprudente sin duda tendrá un accidente o un par de ellos, pero estoy convencido que eso no hará sino reforzar ciertos valores como la responsabilidad, la prudencia, la seguridad, la paciencia e incluso la humildad (al resignarse y aceptar que tiene que dejar pasar pese a tener preferencia, sabiendo que la alternativa es acabar en el hospital). Todo esto sin hablar de las nuevas experiencias que puede aportarle la moto, y sin mencionar la utilidad que le puede proporcionar. En definitiva, es un riesgo que merece la pena correr.

De la misma manera que ocurre con las motos, cierto componente de riesgo en nuestra vida no debería ser interpretado como síntoma de locura o imprudencia, sino que es precisamente el fundamento de ciertos valores y virtudes muy difíciles de conseguir de otra manera. Por otra parte, creo que una vida sin ningún riesgo se convierte con facilidad en una vida mundana, demasiado corriente, poco atractiva y que pierde emoción.

Por todas estas razones creo que el accidente de Felipe Juan Froilán no es sino un leve incidente que sin duda le hará más prudente, y estoy convencido que seguirá cazando y disfrutando de la caza más que nunca, aprenderá y algún día permitirá a sus hijos comenzar a practicar tiro con 13 años.

En definitiva, creo que no todos somos iguales, y no creo que un padre cazador tenga culpa alguna en considerar a su hijo lo suficientemente maduro para empuñar un arma. Para los que ahora me consideren un salvaje por esta afirmación, quiero concluir dejando un argumento para que le den vueltas: ¿qué pasaría si sus padres, por protegerles, nunca le hubieran retirado los ruedines de la bici?, ¿habrían podido disfrutar igual de la bicicleta? -piensen en los momentos buenos que le proporcionó la liberación del arrastre de los ruedines (mayor velocidad, más libertad de movimiento..), y midan a la par el riesgo que añadieron, seguro que más de una vez acabaron con una rodilla pelada por una caída, pero creo que mereció la pena.

"Lo que no nos mata, nos hace más fuertes"

José María A.

5 comentarios:

  1. Creo que es innegable que la moto supone un riesgo añadido, mayor que el del coche. Sin duda esto es cierto, ahora bien, creo que es de justicia mirar el otro lado de la moneda, y es ésto lo que no sale a relucir en este tipo de debates: la moto da más de lo que quita. en este párrafo, ¿sugieres que hay algo más valioso que la vida? no es que yo quiera exagerar ni nada por el estilo, es que me he imaginado a mi madre leyéndo el artículo y me ha salido esa pregunta.

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  2. Estimado José María, acabas de hacerme saltar. Lo reconozco, me pone muy nervioso cuando la gente habla en España de la caza.

    Y esque este verano me he pasado un mes entero estudiando más que en toda mi vida (aunque ahora con el BI lo estoy superando) sólo para sacarme la licencia de caza en Alemania. Sí, un mes, todos los días llendo a la academia, a eso se le llama tomarse en serio el jugar con la vida y la muerte. Igual que tú para sacarte el carnet de moto. Y es que las armas no son un juguete, por favor, no me compares una bala con los ruedines de una bici. El drama es que en este país para sacarte la licencia de caza con pagar 200 euros ya la tienes.

    Por último me gustaría aportar unos datos, para que los españoles se lo piensen mejor antes de regalarles un rifle a sus queridos hijitos mimados (y para que veas si concuerda la caza con tu cita del final):
    Durante el año 2007 hubo 21 muertos por disparos de caza y 863 heridos, de los cuales 13 quedaron inválidos para siempre por amputaciones o daños oculares.
    En 2005 se alcanzaron casi los 2000 heridos por accidentes de caza, con 29 inválidos para siempre; en 2002 murieron 23 personas y en 2004, 18. En 5 años hubo 5.263 heridos con casi 200 inválidos para siempre, y decenas de muertos por disparo. La media anual, según la mutua, es la siguiente: 2585 accidentes de caza, con más de 24 muertos por disparo, 2448 heridos con 91 inválidos.

    "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad"

    Nacho I.

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    1. En primer lugar, quiero decir que estoy plenamente de acuerdo con el comentario de mi compañero y amigo Joaquín. Desconozco si además de la alemana tienes ya la licencia española, pero, hasta donde yo sé, tampoco la regalan aquí. Quisiera que tuvieras la honradez de comentar también a que edad realizaste tu primer disparo en esta misma entrada.
      De cualquier manera, no considero que tu comentario crítico sea digno de puntuación, ya que evades el tema principal, y criticas un simple ejemplo (quiero mencionar que los dos comentarios críticos a mi entrada han sido a los ejemplos). Creo que es fácil criticar un artículo tan amplio y con distintos ejemplos como este, pero lo que de verdad me interesa como debate es la pregunta de fondo ( ver 2º párrafo). Si alguien quiere aportar una crítica en este aspecto, estoy siempre dispuesto a prestar atención y exponer con argumentos mi punto de vista. Ahora bien, pediría que no se critiquen los ejemplos sino que controléis vuestros impulsos de puntuación de comentario en favor de críticas con sentido al tema de fondo. Esta te la paso. Un saludo.

      José María A.

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  3. Creo que te equivocas. Te aseguro como cazador que la gente toma muchísimas precauciones en España a la hora de cazar. Al igual estoy convencido de que si miras las mismas estadísticas en Alemania serán parecidas.
    También supongo que tu como cazador también habrás tenido un rifle antes de los 14, o habrás disparado por lo menos.
    Sinceramente, no somos tan malos en España.
    PD: a mi no me regalaron la licencia.

    Joaquín B.

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  4. Viendo los puntos de vista de Josemaría y de sus críticos, tengo que reconocer que me habeis convencido los dos. A lo que claramente tenemos que llegar desde aquí es a un equilibrio. Soy un firme defensor de lo que dice Josemaría, eso de que uno aprende más equivocándose. Esto es aplicable a la mayoría de las situaciones de la vida, pero no se explica bien utilizando como ejemplo un caso extremo, ya que hay situaciones en las que equivocarte acarrea la muerte. Por ello soy siempre partidario del equilibrio. Está bien que te dejen, pero hasta cierto punto. Padres sobreprotectores pueden terminar con niños sin amigos pero los padres que dicen que sí a todo son los que terminan con los niños drogadictos.

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