martes, 10 de abril de 2012

En busca de la felicidad

En busca de la felicidad:

Todo empezó cuando el bebé de la mesa de al lado hizo a su padre levantarse a coger otro plato de postre, gritando que la tarta no le gustaba. En ese momento mi padre soltó: “¿Habéis visto? Todos nacemos egoístas desde pequeños, y nosotros los padres somos los responsables de educaros para ser generosos”. Fue entonces cuando de repente dije: “Papá, yo creo que al final todos somos egoístas, porque todos buscamos nuestra propia felicidad” (inconscientemente había sacado esa idea de clase de filosofía, cuando dijimos que un principio práctico es que todo el mundo busca al actuar su propia felicidad).

Entonces comenzó la batalla, era toda la familia en contra mía, cuatro contra uno. Llegaron los típicos comentarios de: “¿Y al dar dinero a un pobre buscas tu propia felicidad?”. A duras penas conseguí convencerles de que tú eres feliz por ver feliz al pobre, y por tanto buscas también tu propia felicidad.

Estuvimos durante toda la cena discutiendo, o más bien estuve toda la cena defendiéndome. Pero finalmente, ninguno supo encontrar algo que fuera en contra de lo que yo defendía: “En todo acto voluntario, cualquier persona busca en última instancia su propia felicidad”.

Eso sí, me fui a dormir con comentarios del tipo: “Ignacio, anda, vete a la cama, que la filosofía te está trastornando un poco la cabeza”.
¿Será verdad?

Nacho I.

No hay comentarios:

Publicar un comentario