Para empezar, es una serie basada en el humor inteligente, aunque a veces pueda parecer que no. Los dialogos son un ejemplo de maestría en la ironía, y de hecho es necesario ver más de una vez un capítulo para poder entender todas las bromas. Además, es un humor inteligente camuflado en uno más básico, por lo que mi hermano de seis años puede divertirse viendo un capítulo sin entender nada de lo que realmente quiere transmitir. Por otro lado, es posiblemente la serie que mejor crítica social hace, porque aunque se mete con todo el mundo, siempre saben ver el límite entre la caricatura y la ofensa. Por último, es una serie llena de guiños y referencias a todo tipo de cosas, desde comics hasta anuncios de televisión, pasando por marcas famosas y muchas más.
Realmente recomiendo a todo el mundo a coger un capítulo de Los Simpsons y verlo detenidamente, porque muchos se sorprenderán de lo rica y sutil que es esta magnifica serie.
Álvaro S.
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